Dentro de 8 horas se acaba este bendito ó maldito 2008 que para algunos ha sido una santísima mierda; yo, desde luego no me puedo quejar.
El trabajo me ha ido bien, aunque me tengan enganchadas un montón de facturas, mi madre sigue con los achaques propios de sus 80 años y sus cabreos conmigo que cuando se producen me pongen mala pero, en el fondo, me alegran ya que demuestran que pese a los años y a sus problemas de salud, sigue entera y con ganas de guerra. ¡Que siga así muchos años, que ya es lo último que me queda!.
Otros no han tenido tanta suerte, han perdido trabajos, han sufrido enfermedades y operaciones, se les ha complicado la vida y, lo que es peor, han perdido familiares y amigos, para ellos sí ha sido un año de mierda.
La injusta desaparición de Sergio, que solo tenía 40 años, es una de mis malas experiencias de este año, como la muerte del marido de una componente del par de tres, que además de injusta fue tan rápida que aún me cuesta creer que haya sucedido de verdad, el resto... tonterías, cabreillos y nada importante. Repito: No me puedo quejar.
Espero y deseo que el próximo año, que nos vaticinan tan negro, al menos para ellos, para los que sí lo han pasado realmente mal, sea mejor que este casi acabado 2008; para que los que no lo hemos pasado tan mal... al menos... ¡Virgencita, que nos quedemos como estamos!. A la gentuza en general, políticos, periodistas y demás gente de mal vivir, que les zurzan y que el 2009 sea tan malo y negativo como nos aseguran va a ser para todos los restantes habitantes de este país.
¿2008?
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