ARZOBISPO PORRERO

El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, no se ha muerto de vergüenza, ni siquiera se ha ruborizado ni le ha temblado la voz al asegurar que:
"se silencia el gran número de suicidios que se producen entre las mujeres que han abortado".

He estado indagando un par de minutos y ya tengo todos los datos: supongamos que cada día abortan 100 mujeres, púes unas 12 ó 15 y hasta... ¡veinte! se suicidan durante los próximos tres meses y eso se tapa porque no es decoroso, no queda bien y no gusta a la gente, además esas mujeres que -dicen- mueren asesinadas por sus parejas, no mueren asesinadas, se asesinan ellas mismas por lo tanto son suicidios encubiertos de abortistas arrepentidas. ¿Lo habéis pillado?... Púes eso.

Esto es lo que sucede cuando la gente, en este caso el arzobispo de Granada, se levanta se zumba dos carajillos, se fuma dos porros y esnifa medio kilo de pegamento. Pobre hombre...

Además de esa monumental sandez el arzobispo porrero tambíen dice que el uso "masivo" de preservativos no ha detenido el sida en África, sino que lo ha propagado, vamos como el otro tarado del Vaticano y que "en Andalucía, la primera causa de muerte entre los adolescentes y jóvenes no son los accidentes de tráfico, sino el suicidio".
Claro entre las que se suicidan porque han abortado y los novios que se suicidan porque ellas se han suicidado antes y todo por abortar... en Andalucia pronto se van a quedar sin gente.

¡La madre, como está el clero!