SILVIE ES UN MARROQUÍ

Con esto de la crisis y la necesidad de abaratar costes, por parte de las empresas, se está llegando a situaciones de lo más chistosas o penosas.

La última situación engañosa es la creada por la telefonía erótica francesa que se ha trasladado a Marruecos, dónde contratan a los "operadores del sexo", y del sexo que sea, por una cantidad irrisoria.

Ejemplo: En Grenoble, Paul mantiene una charla erótica, mediante SMS tecleados en su móvil, con la que cree es una compatriota de 32 años, llamada Sylvie y que vive cerca de su ciudad. ¡Mentira! Sus mensajes están siendo cursados a Marruecos y la tal Silvie no es Silvie si no Mohamed Alí Queteví.

Si supiese, el pobre Paul, que se está excitando con un moro de posible tranca considerable...

Desde el frío teclado de un ordenador, el que estimula sus fantasías es un chaval marroquí de 22 años, Mohamed Alí, contratado como teleoperador erótico en Casablanca, y que, junto a otros cuarenta chavales, mantienen conversaciones eróticas con clientes de Francia y de Bélgica.

Estas empresas llegaron, hace más de un año, desde Francia y, con mucho sigilo, se registraron como centros de servicio telefónico, pero evitaron especificar que se dedicaban a la mensajería erótica. Boca a boca fueron reclutando gente y ahora son más de 140 plataformas instaladas en Marruecos que generan 25.000 puestos de trabajo.

Paul nunca sabrá que la foto de Silvie es falsa, que Silvie no existe y que ha estado "mensajeándose" y "masajeándose" con los textos eróticos escritos por un chaval morito de 22 años que estudia farmacia. ¡Pobre Paul!...