Pobre Cris -pensaréis- se ha pasado las navidades enferma… ¡Púes no! pero por poco…
Nochebuena, dos y media de la madrugada, me canso de tanto villancico, tanto turrón, tanto niño, tanta familia y decido volver a mi casa que ya era hora y una no está para muchos trotes. Llego, me pongo cómoda, es decir mi pijama de pantalón a rayas azules y camiseta de manga corta. Total divina de la muerte. Cuando estoy a punto de meterme en la cama… ¡zas!
Endesa de nuevo me da por el saco!
Para asegurarme que el apagón era general y no molestarme en ver si había saltado el diferencial, abro la puerta de la escalera, a tientas busco el interruptor y sin haberlo aun hallado la puerta se cierra de golpe, y ya me veis a mí en pijama de manga corta, descalza, sin móvil, sin llaves, sin dinero y casi las tres de la madrugada…
Yo iba empujando la puerta, pero me di cuenta que por mucho que le diese... la puerta no se abriría. La solución era clara o me quedaba en la escalera hasta una hora más prudente y pillaba una pulmonía o volvía a casa de mi hermana y además de pillar la consabida pulmonía hacía el ridículo por todo el barrio; porque esa noche, la zona donde vivo andaba con lo de la Nochebuena bastante concurrida…
Cuando el frío intenso ya me llegaba a las rodillas, decidí pulmonía y ridículo. O sea, baje a la portería, salí a la calle y mientras los basureros recogían la basura justo a la puerta de mi casa, también es casualidad…, cruce corriendo la calzada y subí zumbando hasta la casa de mi hermana que está a media manzana. Yo creo que nunca he pulsado un portero automático con tanta fuerza.
Poca distancia, pero la suficiente para que los basureros creyesen que estaba loca y un coche casi se la pegase al ver a una chalada en pijama de verano y sin calcetines cruzar la calle a toda leche bajo la lluvia y el frío. Aquella noche estábamos a 3º.
No os cuento las risotadas de mi familia cuando me vieron entrar calada hasta los huesos, en pijama, descalza y con una alegría en el cuerpo…
Como observaréis, algunas montamos el número hasta en Nochebuena.
Nochebuena, dos y media de la madrugada, me canso de tanto villancico, tanto turrón, tanto niño, tanta familia y decido volver a mi casa que ya era hora y una no está para muchos trotes. Llego, me pongo cómoda, es decir mi pijama de pantalón a rayas azules y camiseta de manga corta. Total divina de la muerte. Cuando estoy a punto de meterme en la cama… ¡zas!
Endesa de nuevo me da por el saco!
Para asegurarme que el apagón era general y no molestarme en ver si había saltado el diferencial, abro la puerta de la escalera, a tientas busco el interruptor y sin haberlo aun hallado la puerta se cierra de golpe, y ya me veis a mí en pijama de manga corta, descalza, sin móvil, sin llaves, sin dinero y casi las tres de la madrugada…
Yo iba empujando la puerta, pero me di cuenta que por mucho que le diese... la puerta no se abriría. La solución era clara o me quedaba en la escalera hasta una hora más prudente y pillaba una pulmonía o volvía a casa de mi hermana y además de pillar la consabida pulmonía hacía el ridículo por todo el barrio; porque esa noche, la zona donde vivo andaba con lo de la Nochebuena bastante concurrida…
Cuando el frío intenso ya me llegaba a las rodillas, decidí pulmonía y ridículo. O sea, baje a la portería, salí a la calle y mientras los basureros recogían la basura justo a la puerta de mi casa, también es casualidad…, cruce corriendo la calzada y subí zumbando hasta la casa de mi hermana que está a media manzana. Yo creo que nunca he pulsado un portero automático con tanta fuerza.
Poca distancia, pero la suficiente para que los basureros creyesen que estaba loca y un coche casi se la pegase al ver a una chalada en pijama de verano y sin calcetines cruzar la calle a toda leche bajo la lluvia y el frío. Aquella noche estábamos a 3º.
No os cuento las risotadas de mi familia cuando me vieron entrar calada hasta los huesos, en pijama, descalza y con una alegría en el cuerpo…
Como observaréis, algunas montamos el número hasta en Nochebuena.
Yo que tú rescataba la anécdota como comienzo de un guión de cine. Que te mejores.
ResponderEliminarSi y en lugar de titularla "Descalzos por el parque" podría llamarla "Descalza por la calzada".
ResponderEliminarjajajaja
Es que tengo unas amigas...
Empiezo a estar totalmente convencido de que estais completa y absolutamente chifladas.
ResponderEliminarJodó, que peligro!!!!!
jajajaja
Buenos días a todos!!!!
Tres diítas de currelo y... ¡¡FIESTAAAA!!!!!
Ya puesta a pillarla pulmonía, al menos haberte empelotado del todo, los basureros te lo habrían agradecido. ¡Que injusta fuiste!
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