Según explican los vecinos del pueblo de Spadola en la Sierra Vibonesi (Calabria), Enrico salió de su casa solo para hacer su diaria y acostumbrada VISITA AL BAR, donde se entretiene con los clientes y luego regresar a casa con su dueño. Sin embargo, en esta ocasión se olvidó de que llevaba una cadena en la pata y se enganchó con un cable eléctrico.
Los bomberos de Serra San Bruno rescataron a Enrico, quién tras verse a salvo y ya en el hombro de su dueño, dijo amablemente "ciao, ciao" a los vecinos y a los bomberos. Está visto que los animales también comparten vicios y costumbres con los humanos. jajaja... ¿Y qué pedía en el bar un carajillo de anis del Mono dulce?...
Nota: Esta noticia además de divertida y desengrasante, politicamente hablando, va en recuerdo de "Kukito" al que le gustaba proclamarse "Cuchipiluchi guapo".
Hasta este loro es más listo que ZetaParo.¡Hay que joderse!
ResponderEliminarSi, además los cerdos vuelan y yo soy clavadito a Marilyn Monroe.
ResponderEliminarYo si me lo creo, hay uno en un bar cercano que el muy cabrón creo que sabe hasta lo que te contesta. ¡Jodó, con el loro gris ese, lo que sabe!!!! jajajaja
ResponderEliminarAdemás tenemos que entender al animalico, en ese bar seguro que ponen unas tapas de alpiste que no se las salta un caballo...
Pues yo no me lo creo, aunque el LORO sepa decir la palabra AYUDA, cosa que no dudo, pues puede haber aprendido ese sonido a base de escucharlo, jamás sabrá asociar ese SONIDO a una situación de peligro.
ResponderEliminarLos loros imitan muchos sonidos, es una habilidad reconocida, pero es literalmente imposible que sepan asociarlos en su verdadero significado.
Puede que te digan BUENOS DIAS, pero para ellos eso carece de sentido.
En fin que es raro...
Sí que son listos... Yo tuve un periquito al que lo dejábamos suelto por la terraza y, tras curarle una herida que se hizo, él solito, sin que lo enseñara nadie, empezó a moverse DENTRO de la casa y al poco tiempo ya se conocía todas las habitaciones. Es más, decidió tomar el cuarto de baño como su dormitorio y todas las noches dormía allí.
ResponderEliminarIba a la cocina a picotear y cuando tenía sed, se posaba en el grifo esperando que lo abriéramos. Piaba en la puerta del salón cuando llamaban al timbre y se colgaba del marco de la puerta del baño cuando quería que le encendiéramos la luz.
Siete años vivió con nosotros, como si fuera de la familia, hasta que murió de una neumonía, ya os podéis imaginar la pena que nos dio. Y todo eso sin enseñarlo, yo desde entonces creo que muchos animales son más inteligentes que los hombres, al menos, que algunos de ellos.
Por fin una noticia alegre. Gracias.
ResponderEliminarEs una noticia entrañable, muy dulce, muy bonita, muuuuu chula, muy alegre pero, para mi, ... bastante absurda. ¿Cómo va a saber cuando pedir ayuda?... En todo caso, ya que iba al bar... pediría un café, digo yo...
ResponderEliminarPoquito, pero algo asociarán cuando yo he oído el loro de una amiga mía que, cada vez que se acercaba el gato, le decía:
ResponderEliminar¡Gatooo malooo!