PARAISO MACHISTA

Las quince policías femeninas que prestan servicio en el paso fronterizo de Beni Enzar llevan ya varias semanas en tensión. Las actitudes machistas de los marroquíes, que cruzan cada día en riada a la ciudad de Melilla, no son nuevas pero ahora se han agudizado con insultos directos y los carteles ofensivos que cuelgan sin tregua en la estrecha franja que separa las dos fronteras.
 

El último, el de un varón de uniforme tocándose la entrepierna y su compañera mirándole sonriente, pese a ser un burdo montaje, dicen las policías que provoca náuseas.

Desde que las mujeres se incorporaran hace tres años a este punto fronterizo han sido objeto de «humillaciones» por parte de los que se niegan a reconocer la autoridad femenina aunque vista de uniforme; pero ellas siguen en su puesto, aguantan el chaparrón y los insultos como «putas», si son españolas, o «putas renegadas», si son musulmanas. Esas son algunas de las lindezas que estas mujeres tienen que soportar a diario de estos machotes incultos y atrasados. Tarados que también se han puesto en marcha "insultadora" en la frontera de Ceuta, donde nunca había sucedido nada.

Algunos dicen que, en los últimos tiempos, Beni-Enzar se asemeja a una frontera tercermundista. No creo que se asemeje, simplemente lo es.
Beni-Enzar es una de las fronteras (Melilla) con el tercer mundo poblado por machistas, fundamentalistas, incultos, atávicos y delincuentes, y cuyo reyezuelo es tan escoria como la mayoría de su pueblo.