A bombo y platillo el pasado, 4 de Junio, el gobierno destacaba: "La Mesa del Congreso ha decidido sacar las bebidas alcohólicas de alta graduación de la lista de precios limitados que rige en sus cafeterías, con lo que se venderán a precio de mercado por el importe que decida el adjudicatario del concurso que se resolverá en otoño". Así lo indicó el presidente de la Cámara, Jesús Posada, ante la polémica desatada en los últimos días por el bajo precio de las copas, especialmente. Aunque la Mesa del Congreso acordó por unanimidad repetir el mismo pliego de condiciones de los últimos años, la polémica surgida al conocerse el precio de algunos productos, alentada por los propios diputados que lo criticaban, "la Cámara ha decidido este martes introducir correcciones en lo relativo a las bebidas espirituosas".
Exactamente siete meses más tarde: El precio de los cubatas en la cafetería del Congreso, congelado. Los 'señores' diputados seguirán pagando 3,45 euros por un combinado de Larios y tónica.
La explicación a unos precios tan 'ajustados' (en Madrid, al igual que en Barcelona, es muy complicado encontrar cubatas por debajo de los ocho euros) reside en los 4,2 millones de subvenciones que recibirá en los próximos cuatro años Eurest, la nueva empresa concesionaria tras la conclusión del contrato con Arturo Cantoblanco Restauración -enchufado y amigo de la Lideresa Aguirre-, empresa encargada durante las dos últimas décadas. ¿De quién será amigo este?...
Pues nada, en un país en el que se nos recorta hasta el aire que respiramos, vamos y seguimos subvencionado los cubatas de sus señorías. Y como dicen que en el Congreso están 'trabajando' para todos nosotros, exijo que los que trabajamos de verdad -Y PARA ELLOS- dispongamos de bares y cubatas subvencionados en las empresas. ¡O todos moros o todos cristianos! ¡SINVERGÜENZAS!
Tengo un amigo residente fuera de España y directivo de una buena masca de coches que a menudo se reune con sus representantes de ventas para elaborar estrategias de ventas...las reuniones se suelen hacer en el país del distribuidor, en este caso, España hasta aquí todo normal...me comenta su sorpresa cuando se hacen aquí, le "obligan" los comerciales a forrarse de jamón ,vino y cubatas...y después ¡¡a la reunión!! os podeis imaginar el resultado con los participantes "calientes",él me dice que lo sensato sería primero la reunión y después los cubatas¿...?.
ResponderEliminarEn nuestro Congreso, lo mismo, primero se azufran bien azufrados y a buen precio...y ya bien calientes se ponen a debatir leyes,proyectos etc...dirigidos por el primer beodo Posadas, ¿cómo iba a permitir que le quitasen el vino y demás jarabes? con lo que le gustan...¡¡ desalmados y además borrachos!!
Cazurro, a raíz de lo que explicas. Yo también he vivido esas situaciones.
ResponderEliminarDurante bastantes años trabajé para una empresa con sede en Madrid y nunca entendí como las reuniones se hacían durante las opíparas comidas o posteriormente a ellas. En Andalucía sucedía lo mismo, también pude comprobarlo. Nunca lo entendí y así lo comenté muchas veces. Obvio la contestación.
En Barcelona, por ende en Cataluña, las reuniones se celebran por la mañana y en los despachos, luego puedes ir a comer y más tarde seguir con la reunión para atar los cabos sueltos, pero durante la comida el tema en negociación no aparece nunca. Aquí existe una máxima que dice: "lo que negocias en un bar, en el bar se queda; lo que negocias en un despacho, se acaba por firmar". Con ello no quiero decir que por estos lares seamos mejores ni peores, pero durante las comidas (aunque sean de trabajo) se habla de coches, futbol y, si todos son hombres, de mujeres, NUNCA de trabajo. Lo del Congreso y la desvergüenza de que, además, les tengamos que subvencionar las copas, es el fiel reflejo de como funciona todo en la Capital. Todo en base a amiguismos, compadreo y muy poca seriedad.
Nota: Si a alguno le molesta lo que digo, por favor que me lo rebata con argumentos, no con enlaces de periódicos o noticias sobre Mas o los Mossos, que no vienen a cuento. Muchas gracias.
¿Cubatas y gin-tonics subvencionados para las élites extractivas cuando se reducen escandalosamente tantos y tantos servicios sociales?... ¿Beber alcohol en el centro de trabajo y subvencionado con mis impuestos y lo de otros tantos paganos como yo?...
ResponderEliminar¡Esto solo sucede en Ejgpaña!
No me extraña que después haya tantas leyes absurdas e injustas. Normal, después de haberse pimplado un par o tres de copazos, éstos aprueban lo que les sale de la cogorza o de los cojones.
ResponderEliminarTienes toda la razón, Irónico, eso mismo me ha comentado mi cuñado muchas veces. Aquí en Madrid, y en muchas partes de España (en mi tierra también aunque un poco menos), los temas se hablan en el bar y en el restaurante, luego salen bien o salen mal, pero lo del jamoncito y el vinito para rebajar el precio o la comisión está a la orden del día.
ResponderEliminarPero, ni una forma de obrar ni la otra justifica que les tengamos me pagar medio gin tonic o media copa nosotros. Si quieren pillar una turca que se la paguen ellos de su bolsillo y la cama también.
Para empezar, yo exigiría controles de alcoholemia a la salida del Congreso, ya veríamos quienes quedan más retratados. ¡Montoro el primero, que le he visto darle al buen vino en un restaurante de La Sierra y ponérsele coloradas hasta las gafas! Y a otros dándole a las copichuelas con el cafelito después de la comida. Como vayas por el centro a comer, siempre pillas a uno o a otro.
A todos estos mangantes les pagamos las cogorzas, las putas, las camas y además les damos la propina para que metan en el cepillo cuando van a misa a confesar sus pecados.
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