¿Cuál sería el coste de la no-Cataluña?...¡Es muy fácil. Para empezar las autonomías no mejorarían hoy su financiación, de hecho, España no sería un Estado autonómico, pues no habría comunidades autónomas. La autonomía es, ante todo, un invento catalán. Las autonomías tampoco habrían tenido la progresiva cesión de impuestos estatales (el 15% del IRPF desde 1992; el 30% desde 1997; el 33% del IRPF y el 35% del IVA desde 2002) si Cataluña no las hubiese propuesto.
Es Cataluña la que empuja en este y otros terrenos, como punta de lanza, la descentralización de Madrid, de la Política y la Hacienda. Otros territorios claman al cielo, de entrada, contra los supuestos privilegios que aquélla persigue pero al final se universaliza lo obtenido por los catalanes, lo que provoca el alivio general y el "todos contentos".
Normalmente "la caverna y sus portavoces" son los que claman al cielo, pero a veces también el meridionalismo irredento o algunos talibanes preriféricos. Y así una baronesa/ condesa proclama su preferencia por una Endesa alemana, antes que catalana; un partido realiza un pseudo referédum contra el Estatut; sus amigos decretan, aprovechando una simétrica memez contra el Madrid preolímpico, el boicot a los productos catalanes (¿acaso no son españoles?); y toda la discusión financiera se centra en la reivindicación catalana... El primer lema es, contra ellos. El segundo, nosotros lo mismo. Y el tercero, coge el dinero y corre.
Así, se ha instalado la percepción de que los catalanes son sospechosos habituales, que cualquiera de sus propuestas esconde truco insolidario, por eso un serio partido lleva al Constitucional 42 disposiciones del último Estatut que son idénticas al andaluz o al valenciano, que no piensan recurrir.
Se les presenta pues, despectivamente, como viajantes de comercio, peseteros, explotadores, egoístas, fenicios, perros judíos… En esa tarea, la caverna nacionalista española, utiliza muchas veces coartadas suministradas por el alicorto nacionalismo periférico opuesto: el valenciano.
¿Fenicios?... ¡Bravo!
Deberían sentirse más que satisfechos los denostados. Sin el comercio fenicio no habrían progresado ni Grecia ni Roma: el comercio fenicio fue la cuna de la civilización, lo ha sido, lo es y continuará siéndolo.
¿Judíos?... ¡Espléndido!
Son la entraña de la burguesía, y ya escribió Carlos Marx en su "Manifiesto comunista" que la raza judía era la clase más revolucionaria de la Historia. Algo que la España IMPERIAL de los RR.CC obvió, expulsándoles. De ahí el retraso atávico de la Península.
Resumiendo que el coste de la no-Cataluña desbordaría la Política y la Hacienda pública. Alcanzaría a la economía productiva y la haría más baja.
El Principado es desde hace tres siglos una compañía start-up para el conjunto de España: una compañía introductora de nuevas técnicas y nuevos sectores, que van desde la máquina de vapor a la industria editorial, de la publicidad a la moda, del cine al diseño y la arquitectura, de la automoción, de la biomedicina, de las mil ferias al gas y la energía eólica.
Guste o no guste, y no gusta, casi todo entra por Cataluña y siempre ha sido así.
Xavier Vidal-Folch
Presidente del World Editors Forum