domingo, 1 de febrero de 2009

SEGUIMOS CON LA CRISIS

Empiezo a estar más que harta de tanto hablar de crisis. No hay programa de radio ó televisión, que venga o no a cuento, deje caer la cotelilla de "claro, con la crisis que tenemos".
Ellos, los que están "trabajando" sin matarse, es decir comentado la vida, alegrías y desgracias de los demás, son los que menos deberían hablar, pero... Con tanto bombardeo mediático, unos como meros bustos comunicadores de la noticia, otros con insanas intenciones electoralistas y los otros en plan chorra... llamo a mi madre y el tema es: ¡LA CRISIS!.
Anoche, además de cabrearme se me quemó hasta la lasaña. Ahora resulta que mi madre me habla de economía, de que esto va a durar 10 años, de que nos vamos al garete y, por supuesto, todo por culpa de Zapatero.

"Querida madre: Durante la boyante etapa económica de Aznar que sin duda lo fue, tu hija, que nunca ha sido una lnútil, estaba en el paro. Y no en el paro cobrando... ¡si no en el paro sin cobrar porque agoté los dos años de prestación!
Debido a esos años que solo yo sé lo duros que fueron, nadie me echó un cable, nadie me contrató y eso que la economía iba bien. Puede que por eso, por ese mal recuerdo, cuando me hablas de la crisis "creada por Zapatero" me pongo de los nervios.
No hay que llamar al mal tiempo y me joroba que por tus creencias peperas parezca que desees que todo su hunda para tener razón.
Gracias a Dios, como tu dices, la tan cacareada crisis aún no nos efecta y, sinceramente, como cuando la padecí nadie se preocupó, no voy a ser yo ahora la que se preocupe por el resto. ¿Egoista?... Puede.
He rebajado los gastos, salvo contigo, en previsión de la menor facturación de este año y cada vez que me hablas de este tema me entra un cosquilleo "recordatorio" terrorífico. Lamento que a Pepe, a Juan ó a Santiago les vayan mal las cosas, pero ni Pepe, ni Juan ni Santiago se pararon a pensar si, en mi momento, las cosas me iban bien ó mal.

Te agradecería que rezases, tú que crees, para que todo se mantenga como está, te dejes de llamar al mal tiempo y lo importante para tí sea que, gobierne quien gobierne, a tu hija no le falte trabajo y podamos seguir adelante".

Ayer se lo dije pero, con lo terca que es, creo le rebotó como si fuese un frontón. A sus años y escuchando diariamente a Losantos con su "Copa" y sus "puros" tampoco es de extrañar, aunque su cerrazón y su "peperalidad" me jorobe un montón. ¡Qué le vamos a hacer!...

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