En noviembre de 2010, La Vanguardia publicaba una entrevista con la líder del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho. En ella, la 'pobre' pepera se quejaba de que todos sus ingresos se esfumaban entre la hipoteca -“para veinte añitos”-, el seguro del hogar, la asistencia sanitaria, la escuela de su hijo, la alimentación, el sueldo de la canguro y los demás gastos corrientes a los que tiene que hacer frente cualquier familia.
La susodicha no tenía reparos en alardear públicamente de sus maltrechas finanzas y se presentaba como una víctima más de la crisis económica asegurando que, incluso, se había visto obligada a sustituir en su carro de la cesta los productos más caros por marcas blancas mucho más asequibles para el bolsillo, que algunos meses se quedaba en números rojos en el banco y que en aquellos momentos de la entrevista sólo lleva encima 10 euros. ¡Penosa situación mostraba la muy "barruda"!!... (De "quina barra que tens" = caradura).
Lo que calló es que precisamente ese año, había percibido 83.930 euros como senadora, 57.000 euros de sobresueldo por presidir el Partido Popular de Cataluña, 36.687 euros de sobresueldo abonados por el Grupo Popular del Senado, 600 euros obtenidos de la productora Cuarzo y 21.605 euros de dietas del parlamento catalán. ¡Casi 200.000 euros! Será sinvergüenza...
Al año siguiente, la aportación del PP subió de cuantía llegando hasta los 113.600 euros, como no llegaba a fin de mes...
Otra que tal baila o calza es Ana Mato, en lo mentirosa -en corrupta lo es más- y Hacienda la ha dejado con el trasero al aire asegurando que está probado de forma "irrefutable" que el viaje que la dirigente del PP hizo en el verano de 2004 a Suiza para dejar a una de sus hijas en un campamento de verano, fue pagado por la 'trama Gürtel' "haciendo uso de la caja B de la sede central de la calle Serrano de Madrid".
Ana Mato aseguró en un comunicado de enero del 2011 que ese gasto fue abonado íntegramente por ella. Como el viaje a Disneyland Paris que también 'pagó' ella pero cuta factura fue abonada con la tarjeta de crédito de Correa, o los 4000 euros en confetti, los que fuesen de payasos, Jaguar, detallitos y similares.
Queda demostrado que para pertenecer y, sobre todo, 'subir' en el PP, además de ser de derechas tienes que ser imbécil o medio imbécil para saber mentir -mal-, caradura para echarle rostro a la 'cazada' y sinvergüenza para no dimitir jamás.