José Luis Altarriba, de 30 años, vecino de Montornès del Vallès (Barcelona) y en paro, iba tan contento en su moto cuando los mossos d'esquadra le dieron el alto. ¿Motivo?... llevar una banderita colgada del manillar de la moto.
El pobre hombre les explicó que eso no era sancionable, que era menor de un palmo, que era del club de futbol de Montornés... los mossos no le hicieron ni caso, le exigieron la documentación del vehículo, su permiso y... ¡vaya por Dios!... al sacar la documentación, se me cayó un bote de 40 chicles en grageas al suelo.
Pese a recoger la mayoría de ellos, bajo la inquisidora mirada de los mossos que estaban redactando la multa por llevar la banderita, pasados tres meses recibió otra por "depositar en la vía objetos o materiales que pueden entorpecer la circulación" por un importe de 85,71 euros, que ya recibió con recargo incluído, por los tres meses trancurridos, y para ahorrarle molestias.
¡Jolines, lo que llegan a entorpecer los chicles, montán unos atascos cada dia a las horas punta!... ¿Y lo amables que son los mossos?... ¡Podió, que majos son!
El pobre Altarriba está tan compungido como cabreado y no sabe si va a recurrir la multa, teme que ahora le multen por culpa de su apellido o por tener los ojos castaños. Yo de él me lo pensaría dos veces.
¡Jodó, como están los mossos de bordes!
2 comentarios:
A ese le miró un tuerto, como a mi hoy. De todas formas menudos cabronazos estas hechos vuestros policias, bueno esos y todos los demas que lo unico que buscan es pasta gansa y hala a multar hasta por estornudar!!!
Y luego nos explican que las multas las ponen por infracciones, y que así, no habrán tantos accidentes no por recaudar dinero
jetas que son unos jetas
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